Miles de peruanos se manifiestaron este jueves en Lima, enfurecidas con el ya denominado ’monstruo de Chiclayo’, el hombre que secuestró y violó a una niña de tres años.
Madres con sus hijos en brazos, padres de familia, tomaron las calles para exigir cadena perpetua para Juan Antonio Enríquez García, autor confeso de la violación de la niña, identificada por el diario El Comercio como Dámaris, en la ciudad de Chiclayo.
El secuestro se produjo el pasado martes 12 de abril, cuando, aprovechando la distracción de los padres, Enríquez llamó la atención de la menor y la subió a su minivan, en el distrito de José Leonardo Ortiz.
Luego, la llevó a una vivienda, ubicada en la urbanización El Santuario de Chiclayo, donde cometió toda clase de abusos con la niña, hasta que la dejó inconsciente.
Apenas se dieron cuenta de que su hija no estaba, los padres presentaron la denuncia y personal de la División de Investigación Criminal (Divincri) de Chiclayo inició la búsqueda.
Un día después, los agentes dieron con la vivienda donde se encontraba la menor, a la que encontraron atada de pies y manos, con cinta de embalaje y en shock traumático.
Enríquez confesó haber secuestrado a la niña; fue detenido y trasladado a la sede de la Divincri y la niña al hospital para ser atendida.