Ya se cumplió una semana del regreso a clases para todos los niños y niñas de educación básica, preescolar y secundaria en nuestro país, según las autoridades de la Secretaria de Educación Pública todos iniciaban juntos el lunes 24 de agosto, retomando las actividades educativas en el país, sin embargo debido a la contingencia derivada por la pandemia de Covid-19 y a que esta no cede, la modalidad por la que se ha optado la autoridad es por un modelos de educación ’a distancia’, el cual ha sido criticado por varios sectores de la sociedad, primero porque no todos los alumnos cuentan con el recurso para poder llevar a cabo la misma, especialmente las comunidades de la serranía o alejadas de zonas urbanas y aunque el gobierno ha firmado un acuerdo con las televisoras para que se transmitan el contenido de los planes de estudio 20-21 de la SEP según las declaraciones de esteban Moctezuma titular de esta dependencia aún está muy distante esta realidad.
La polémica radica en que este modelo de educación a distancia es comparado con lo que en su momento fueron las telesecundarias y los Telebachilleratos.
Esto lejos de suponer una solución razonable se ha convertido en motivo de críticas, sin embargo, debemos reconocer que se tomaron medidas para que los niños y niñas no perdieran el ciclo escolar.
Esto viene a lapidar la educación básica y media del país la cual de por si tiene un nivel bajo y que durante mucho tiempo ha sufrido de atrasos por las diversas manifestaciones del sindicato y secciones de maestros y debido a que los programas educativos muchas veces se quedan cortos en cuestión de preparación.
Otra cosa más que será necesaria es la intervención directa de los padres o tutores para que los alumnos puedan aprovechar los contenidos.
Si bien en las aulas, con un maestro de forma presencial surgen dudas, cuestionamientos o malas interpretaciones sin lugar a dudas los padres tendrán que seguir haciendo un acompañamiento muy apegado con sus hijos para que puedan adquirir los conocimientos necesarios para ser productivos en su vida adulta, esto pone en una situación difícil a la mayoría que tienen que dividir su tiempo entre trabajo y tareas de sus hijos, mucha gente compara el trabajo de los maestros en las aulas con lo que ahora tienen que hacer los padres en casa, pero recordemos que los primeros lo hacen por vocación y un sueldo percibido mientras los segundos no cuentan la mayoría con las bases pedagógicas para educar a sus hijos en casa.
En contraste la educación privada estará aprovechando las plataformas digitales como Zoom, que el mismo día de inicio ’se cayó’ a nivel mundial y provoco varios problemas con las diversas conexiones. Así mismo están las plataformas de Skype ó Meet para poder dar clases de manera virtual con maestros y alumnos conectados al mismo tiempo en horarios escolares y pudiendo tener una interacción que permita disipar dudas, si bien es cierto no sustituye estar en un aula por las diversas distracciones que puedan llegar a ocurrir abre una enorme brecha entre lo público y lo privado en este tema educativo.
Esto deja de tarea a las autoridades educativas el invertir en infraestructuras tecnológicas para que todos los alumnos puedan tener igualdad de condiciones y evitar de esta manera el terrible rezago educativo que tanto nos aqueja, tuvo que llegar una pandemia para dejar en claro que, si no invierte el gobierno en educación esta condenando el futuro del país a rezagos, atraso e ignorancia, sin embargo, parece que como siempre la educación es lo último en las agendas políticas.
Como siempre usted tiene la mejor opinión…