El Príncipe Felipe, esposo de la reina Isabel II de Inglaterra, murió a la edad de 99 años este viernes. El Palacio de Buckingham comunicó:
"Es con un profundo pesar que Su Majestad la Reina anuncia la muerte de su amado esposo, Su Alteza Real el Príncipe Felipe, Duque de Edimburgo. Su Real Alteza falleció pacíficamente esta mañana en el Castillo de Windsor".
El primer ministro británico, Boris Johnson, dijo que el duque de Edimburgo "inspiró la vida de innumerables jóvenes".
"Ayudó a dirigir la Familia Real y la monarquía para que siga siendo una institución indiscutiblemente vital para el equilibrio y la felicidad de nuestra vida nacional", agregó desde Downing Street, residencia del primer ministro.
El príncipe Felipe, esposo de la reina Isabel II y padre de sus cuatro hijos, estuvo casado con ella más de 73 años, y aunque como consorte de la soberana no tenía un rol constitucional, nadie fue tan importante como él en la vida de la monarca. El príncipe fue un apoyo incondicional para la reina Isabel II durante más de siete décadas.
Felipe, asumió un rol extremadamente difícil para cualquiera, quizá más para un hombre acostumbrado al mando naval, que, además, tenía fuertes opiniones sobre una gran variedad de temas.
Pero tal vez fue esa misma fuerza de carácter lo que le permitió cumplir con sus responsabilidades y darle a la reina el apoyo que necesitaba, Y, de paso, ganarse el afecto de buena parte del pueblo británico.